Hace un año hablamos aquí de José Manuel Gutiérrez, ciclista
español de 27 años dueño de una entrega total a su más gran pasión: el
ciclismo. Su trayectoria en este deporte viene trazándose a duros golpes de
pedal, llenos de ilusión y en 2015 no ha sido diferente. Del adiós a Tusnad
hasta la bienvenida a Rías Baixas, “El Gallu” nos cuenta en seguida su
temporada con el equipo español y la nueva aventura a punto de empezar con el Kuwait
Cycling Project.
Hola amig@s
lectores de Cycling & Thoughts, en este espacio voy a contaros un poquito
como ha sido mi temporada. Espero no enrollarme mucho, ¡¡allá voy!!
El 2015
comenzaba con incertidumbre, aunque a eso estoy habituado en mi carrera como
ciclista. Después de recuperarme de una pseudo artrosis de escafoides decidieron
no contar conmigo en Rumania, fue un poco frustrante con lo que me había
costado ser profesional. Es como si a un niño le regalas un chupa-chups, le
dejas dar una chupadita y se le quitas. Aun así seguí trabajando con la misma
pasión y profesionalidad que siempre esperando una oportunidad.
Un día me
entró un mensaje privado en el Facebook. Era Marcos Serrano, director del CC Rías
Baixas ex ciclista en equipos como ONCE o Liberty y ganador de etapa en el
Tour. Me propuso correr con ellos mientras me salía algo para volver al campo
profesional. Esa tarde hablamos por teléfono y me pareció un proyecto súper
serio. Apoyado por mi familia como siempre, no me lo pensé mucho tiempo y tomé
la decisión de dar un paso atrás para dar dos pasos adelante y unos días
después firmé con ellos. A la semana siguiente me desplacé a Galicia para la
primera carrera y conocí al presidente del equipo, José Luis “Chamorro”. Ese mismo
día me di cuenta que había fichado por un gran equipo, ¡¡por una familia!! Cené
con él, con su mujer y su hijo Gerardo y estuvimos horas sentados en la mesa
hablando de ciclismo. Me encantó, ¡me sentí como en mi casa!
Me vestí con
los colores flúor del Rías Baixas y nos metimos de lleno en competición,
comencé a sumar Top 10 en todas las carreras. A finales de mayo llegó el primer
gran objetivo del año, la Volta a Coruña donde terminé 7º en la general, seguido
vendrían dos vueltas en Portugal con profesionales, la Volta ao Alto Tâmega y
el GP Beira Baixa, en la primera gané la “combatividad” y en la segunda me
quedé con la miel en los labios siendo 5º en la última etapa después de estar
en fuga con los mejores corredores del pelotón luso. La temporada iba avanzando
y me entraron un poco los nervios, había desaprovechado un montón de
oportunidades en las que yo nunca fallo y aun no había levantado los brazos. Todo
el día dando al palo como se suele decir y llegó Septiembre y las últimas
oportunidades. De nuevo hacía 7º en la general de la Vuelta a Cantabria (y
primer cántabro), 3º en Comillas, y ¡por fin levanté los brazos en Villaviciosa
en el Trofeo Nuestra Señora del Portal!
No ha sido
mi mejor campaña, pero como siempre he demostrado un gran nivel durante todo el
año, estando en el Top 10 en una veintena de carreras. Estoy satisfecho de mi rendimiento,
pero sobretodo me quedo con unos meses vividos en este equipo muy bonitos, de
donde me llevo unos cuantos amigos. Realmente me sorprendió el nivel y la
combatividad de este joven grupo, que donde quiera que corriéramos eran los más
combativos del pelotón.
Como escribí
antes, daba un paso atrás para dar dos adelante y desde oriente medio me ha
llegado la oportunidad para volver a ser profesional, algo que no se puede
dejar pasar ya que en la actualidad España se queda pequeña en equipos. Por
ahora correré el Tour de Sharjah, en Dubai, y el Tour Al Zubarah, en Qatar, con
el Kuwait Cycling Project donde espero hacerlo bien y dejar mi sello en los
Emiratos Árabes Unidos.
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